Es bueno la suplementación en niños????
Una dieta variada y
equilibrada es lo más apto para su hijo, desde la lactancia hasta la
adolescencia, con sus diferentes cambios de distribución de menús, aspectos
culinarios y cambios corporales. Hay que tener en cuenta los factores de
riesgos nutricionales en las diferentes etapas, donde nos lleva a tener que hacer
modificaciones he incluso estar más pendiente. Y ya no digo nada si el niño
tiene algún tipo de enfermedad como intolerancia a la lactosa, celiaquía,
enfermedad renal, hiperactividad, etc.
Las vitaminas y los
minerales son elementos importantes para la totalidad de las necesidades
nutricionales de su hijo. Debido a que el cuerpo humano es incapaz de producir
por sí mismo cantidades adecuadas de vitaminas, estas deben obtenerse de los
alimentos. El cuerpo necesita estas vitaminas solo en pequeñas cantidades y en
una dieta balanceada están presentes en cantidades suficientes en los alimentos
que come su hijo.
LA SUPLEMENTACION O
COMPLEMENTACION
Tenemos a nuestra
disposición muchísimas gamas de suplementos o complementos para niños desde los
primeros días de su vida, los cuales no quiere decir que les haga falta.
La alimentación
complementaria solo se administra en la etapa de lactancia. En esos 4 y 6 meses
hasta que llega al año (donde su alimentación ya se considera adulta) al niño
se le administra un alimento diferente a la leche materna o preparado lácteo,
incluyendo alimento sólido, liquido o semisólido para cubrir las necesidades
nutricionales y energéticas que requiere el crecimiento y desarrollo del
lactante. Esto debe hacerse por prescripción médica por medio de un pediatra.
No se puede introducir
el gluten hasta los 6 meses. El consumo de leche en el 2º trimestre no ha de
ser inferior a los 500 ml y aportar el 50% de las calorías de la dieta. La
leche de vaca se administra a partir del primer año de vida. Importante la
adquisición de hábitos alimentarios saludables, educar el sentido al sabor.
Sin embargo, en el
caso de niños con dieta vegetariana ahí que proporcionarlos una complementación
de vitaminas y minerales ya que no consumen de todos los productos.
Sin embargo, lo que se
conoce como terapia megavitamínica o medicina ortomolecular, en la que las
vitaminas se administran en dosis extremadamente grandes para enfermedades que
van desde el retraso mental a la hiperactividad y dislexia, no tiene validez
científica comprobada y puede plantear algunos riesgos. Por ejemplo, la
vitamina C cuando se consume en grandes dosis con la esperanza de debilitar una
gripe, a veces puede causar dolores de cabeza, diarrea, náusea y calambres.
Siempre consulte a su
pediatra antes de administrar suplementos a su hijo. No deje un frasco de
vitaminas sobre la mesa, como si se tratara de un condimento como la sal o la
pimienta; tomar vitaminas es algo que debe hacerse cuidadosamente.
CAMBIOS EN LA
ALIMENTACION A PARTIR DEL AÑO DE VIDA
·
Niño entre 1 a 3 años: se van incluyendo nuevos alimentos y mezclando
sabores y texturas. Adaptar los menús a las características individuales y
respetar horarios regulares. Enseñar al niño a comer de todo y a no abusar de nada. No emplear los alimentos
como premio o castigo. Consumir lácteos enteros y frutas en las comidas
principales.
FACTORES DE RIESGO
NUTRICIONAL:
o Ingesta excesiva de
alimentos proteicos.
o Ingesta excesiva de
grasas saturadas y colesterol.
o Aporte excesivo de
sal.
o Alergias alimentarias.
o Caries dentales.
o Intolerancia a la
lactosa por baja actividad de la enzima lactasa.
·
Niño escolar entre 4 a 10 años: distribución de las comidas en 4 principales
(desayuno, comida, merienda, y cena). 2 colaciones (media mañana y antes de acostarse).
Evitar picoteo entre horas. Aumentar el consumo de verduras, frutas e incorporación
de frutos secos. Preferiblemente fruta fresca que en zumo. Bocadillos caseros.
Limitar consumo de bollería, refrescos azucarados, el chocolate, batidos
comerciales. Conocer los menús del colegio y complementar con alimentación
en casa.
·
Niño adolescente de 10 a 18 años: la adolescencia se caracteriza por ser un
periodo de aceleración global del crecimiento y de la maduración corporal que
van a demandar más gasto calórico.
Abundante consumo de cereales, verduras, frutas, pobres en grasa total,
grasa saturada y sal.
Alternar carne, pescado y huevos.
Aumentar los frutos secos.
Demanda de calcio de 1200-1300 mg.
Limitar consumo de chucherías, bebidas y refrescos azucarados.
PRINCIPALES
DESEQUILIBRIOS EN ESTA ETAPA
o Alteraciones del
patrón de ingesta e incumplimiento de las recomendaciones.
o Trastornos del
comportamiento alimentario.
o Ingesta inadecuada de
nutrientes en adolescentes que practican deporte: consumo de suplementos, más
proteínas, prácticas para controlar peso.
Comentarios