Al igual que la hipoglucemia, la neuropatía diabética, la retinopatía diabética, las cataras son comunes en la DIABETES, el
pie diabético es muy importante, incluso llegaría a decir que es el más importante.
En la
evolución de la diabetes, las complicaciones más frecuentes son la afectación
de nervios y arterias. Las alteraciones vasculares alteran la circulación
sanguínea y facilitan la aparición de edemas y de zonas mal vascularizadas, que
dificultan la curación de las lesiones y heridas. La neuropatía diabética
provoca la pérdida de sensibilidad, atrofia muscular y dolor.
Ambas alteraciones tienen especial repercusión en
los pies, aumentando la frecuencia de producción de erosiones, pinchazos,
cortes, quemaduras… que si no se cuidan se convierten en úlceras, facilitan la
infección y pueden llevar a la gangrena y a la necesidad de amputaciones.
El paciente diabético deben cuidar los pies de la siguiente manera:
Para
evitar la aparición de úlceras, lesiones, infecciones y necrosis en los pies
es muy importante que el paciente diabético mantenga un buen control de la
glucemia y evite los factores que pueden aumentar el riesgo de lesiones
vasculares y nerviosas mediante:
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- Control
de la glucemia, manteniendo correctamente el tratamiento con insulina
y/o hipoglucemiantes orales.
- Dieta
alimenticia que facilite la estabilidad de los niveles de glucemia en
sangre, evite la obesidad y garantice un adecuado aporte de proteínas,
vitaminas y minerales al organismo.
- Ejercicio
físico que facilita el mantenimiento del peso adecuado, el metabolismo
de la glucosa y la correcta circulación sanguínea en los pies.
- Llevar
un buen control de la tensión arterial y de los niveles de lípidos en
sangre.
- No
fumar ni consumir alcohol u otras drogas.
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Además es
esencial cuidar diariamente los pies, revisándolos para vigilar si aparecen
heridas, rozaduras, ampollas o grietas. Para la revisión diaria se aconseja
realizarla con buena iluminación natural e inspeccionando bien todas las
zonas de la planta y de los espacios interdigitales con la ayuda de un
espejo. Se debe de acudir al médico en caso de que aparezcan lesiones,
cambios de color, dolor o hinchazón en los pies.
La
correcta higiene de los pies y la elección adecuada del calzado es la
estrategia básica para evitar la aparición de rozaduras, heridas, quemaduras
y lesiones:
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- Lavarse
los pies diariamente con agua templada (ni muy caliente –que no supere
los 37 grados- ni muy fría). Se aconseja comprobar la temperatura del
agua con un termómetro de baño o con el codo, ya que es frecuente que en
los pies se pueda haber perdido la sensibilidad y no se perciba la
temperatura real del agua;
- Secar
bien los pies con una toalla suave y sin frotar, con especial cuidado en
los espacios interdigitales. Si la piel está muy seca se puede aplicar
una crema hidratante pero con la precaución de no aplicarla en los
espacios interdigitales.
- Mantener
los pies secos utilizando talco no medicinal antes de calzarse cada
mañana y cada vez que se cambie de calcetines o calzado.
- Las
uñas de los pies deben de cortarse con tijeras de punta roma, y en
línea recta para evitar que se encarnen, sin apurar el corte ni
erosionar los dedos. Es aconsejable utilizar una lima para mantener la
longitud de las uñas y pulir los bordes.
- No se
deben de cortar ni quitar las durezas y callos de los dedos, ni utilizar
callicidas, de ser necesario debe de consultarse un podólogo.
- No se
deben de utilizar pomadas, alcohol o desinfectantes para las heridas de
los pies, ya que pueden irritar la piel o cambiar la coloración de la
piel y de la herida, dificultando su seguimiento médico. Las heridas
deben lavarse con agua y jabón, siguiendo las recomendaciones del
médico.
- Los
pies no deben de colocarse cerca del fuego, estufas o fuentes de calor.
- Se
debe de evitar el uso de ligas, gomas o calcetines con elásticos en el
borde ya que dificultan la circulación sanguínea.
- Evitar
andar descalzo.
- Utilizar
crema de protección solar también en los pies si se está expuesto al
sol.
El calzado es muy importante : como y cual elegir?
- El calzado debe de utilizarse
siempre con calcetines.
- No utilizar sandalias, chanclas
o zapatos que dejan los pies al descubierto.
- Se debe de evitar el uso de
zapatos con tacón y que terminan en punta.
- El calzado debe de ser cómodo,
que no ajuste ni provoque rozaduras o lesiones en los pies.
- Los zapatos se aconseja sean de
piel, sin costuras internas, flexibles, ligeros, transpirables y con el
suelo que no resbale.
- Se aconseja comprar el calzado
al final del día, cuando los pies están más hinchados, así el zapato que
en ese momento es cómodo, se garantiza que lo será a lo largo de todo el
día.
- Los zapatos nuevos deben de
utilizarse durante periodos cortos los primeros días.
- La compra de zapatos
ortopédicos debe de realizarse bajo criterio y prescripción médica.
- Los zapatos deben de mantenerse
adecuadamente, reparándolos y asegurando el buen estado de las suelas.
- Se debe de revisar el interior
del calzado antes de ponérselo, para evitar que haya algún elemento
(piedra, gravilla, alguna pieza del zapato…) que pueda lesionar el pie.
- Es aconsejable tener más de un
par de zapatos para cambiarlos cada día y alternarlos, así se garantiza
una buena ventilación de los zapatos y se evita la presión siempre en las
mismas zonas del pie.
- Los calcetines y medias deben
de ser de tejidos naturales (lino, algodón, lana) y sin costuras. No se
deben de utilizar medias o calcetines sintéticos, con elásticos o gomas.
No deben de quedar ni prietos ni flojos en la pierna y el pie.
Se deben de cambiar diariamente los calcetines o
medias, y si los pies sudan mucho o se ha hecho mucho ejercicio más de una vez
al día.
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