OBESIDAD INFANTIL: UNO DE LOS PROBLEMAS DE SALUD PUBLICA MÁS GRAVES DEL SIGLO XXI

La prevalencia ha aumentado a un ritmo alarmante ya que se calcula que de toda la unión Europea, España es el primer país con obesidad infantil con un crecimiento que ha pasado de un 30 a un 60% de tasa en los últimos años.


La causa principal es la alimentación, la escasa actividad física y la inactividad.
La OMS (ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD) reconoce que la prevalencia creciente de la obesidad infantil se debe a cambios sociales. La obesidad infantil se asocia fundamentalmente a la dieta malsana y a la escasa actividad física, pero no está relacionada únicamente con el comportamiento del niño, sino también, cada vez más con el desarrollo social y económico y las políticas en materia de agricultura, transportes, planificación urbana, medio ambiente, educación y procesamiento, distribución y comercialización de los alimentos.

Según la OMS, la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial. Más de mil millones de personas adultas tienen sobrepeso y, de ellas, al menos 300 millones son obesas.
El problema no solo es la obesidad o el sobrepeso sino que a ello va ligado otras enfermedades como son la hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2 y ciertos cánceres. A mayor obesidad, mayores cifras de morbilidad y mortalidad.
Todo ello se agrava en los niños y adolescentes. De no tomar medidas a tiempo sobre sus hábitos, hay una alta probabilidad de que el niño obeso se convierta en un adulto obeso.
En la población más joven las enfermedades asociadas a la obesidad incluyen la hipertensión arterial, hiperinsulinemia, dislipemias, diabetes tipo 2 y agravamiento de enfermedades respiratorias como el asma. Todas estas enfermedades acortan la vida.
Por estas razones, puede afirmarse que las consecuencias de la obesidad hacen de esta enfermedad uno de los mayores retos de la salud pública para el siglo XXI.
La preocupación creciente por este problema hizo que los estados miembros de la OMS pidieran que se le abordar una estrategia mundial encaminada a combatir la epidemia de obesidad.
Para ello se creo la ESTRATEGIA NAOS (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad) es una estrategia de salud que, siguiendo la línea de las políticas marcadas por los organismos sanitarios internacionales (Organización Mundial de la Salud, Unión Europea...), tiene como meta invertir la tendencia de la prevalencia de la obesidad mediante el fomento de una alimentación saludable y de la práctica de la actividad física y, con ello, reducir sustancialmente las altas tasas de morbilidad y mortalidad atribuibles a las enfermedades no transmisibles.
Desde su lanzamiento en el año 2005, la Estrategia NAOS desarrolla acciones o intervenciones, en base a la evidencia científica y en todos los ámbitos de la sociedad (familiar, educativo, empresarial, sanitario, laboral, comunitario) que promueven y facilitan opciones a una alimentación variada, equilibrada y a la práctica de actividad física, así como a la información más adecuada para ayudar al consumidor a tomar decisiones y elecciones más saludables  en  entornos que les permitan la adopción de estilos de vida más saludables y activos. Para ello desde la Estrategia NAOS se fomenta la  implicación,  sinergia y colaboración de todos los sectores y agentes de la sociedad tanto públicos (CCAA, ayuntamientos, otros ministerios) como privados (industria de alimentos y bebidas, sociedades científicas, organizaciones de consumidores, sectores de distribución y restauración, etc.).
Las iniciativas desarrolladas en el marco de la Estrategia NAOS aunque van a toda la población,  se priorizan fundamentalmente las dirigidas hacia los niños, los jóvenes y los grupos de población más desfavorecidos, con enfoque de género y evitando desigualdades en salud.  Los principios  que rigen la Estrategia NAOS son la equidad, igualdad, participación, intersectorialidad, coordinación y cooperación sinérgicas, con el fin de proteger y promover  la salud. 



La obesidad es más frecuente en mujeres (15,7%) que en varones (13,4%).

También se ha observado que la prevalencia de obesidad crece conforme aumenta la edad de las personas, alcanzando cifras del 21,6% y 33,9% en varones y mujeres de más de 55 años, respectivamente.
Más preocupante es el fenómeno de obesidad en la población infantil y juvenil (2-24 años), situada ya en el 13,9%, y la de sobrepeso, que está en el 26,34%.

En este grupo de edad la prevalencia de obesidad es superior en varones (15,6%) que en mujeres (12%).
Las mayores cifras se detectan en la prepubertad y, en concreto, en el grupo de edad de 6 a 12 años, con una prevalencia del 16,1%.

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