RETENCION DE LIQUIDOS

El agua es el elemento más abundante del organismo. El agua se encuentra distribuida en diferentes compartimentos: por un lado está el líquido intracelular que es el que se encuentra en el interior de las células, y por otro lado el líquido extracelular, que está fuera de las células y que a su vez se divide en el líquido intersticial, que es el que baña las células y plasma que es líquido que se encuentra formando parte de la sangre.
El cuerpo cuenta con sistemas que regulan y mantienen en equilibrio los niveles de agua y solutos en los diferentes compartimentos, pero cuando este equilibrio se rompe se puede producir lo que llamamos retención de líquidos. 






La retención de líquidos es un problema que se produce en el metabolismo y que consiste en que los líquidos y el agua no se expulsan, se manifiesta especialmente como una hinchazón de los tejidos blandos, debido a la acumulación de líquidos especialmente en dichas zonas. Es un problema que en algunos casos enmascara un trasfondo mayor, pero en la mayoría de los casos simplemente se debe a efectos de unos hábitos de vida poco saludables.

SISTEMA LINFÁTICO. 
El sistema linfático es una red de vasos que transportan la linfa, la principal función de la linfa es inmunológica, de protección del organismo y también circulatorio.  Podemos imaginar la linfa como un filtro de sustancias de deshecho. La afección del sistema linfático no sólo produce la acumulación y la alteración del líquido de los tejidos sino también la famosa y odiada por las mujeres celulitis o piel de naranja.
El sistema circulatorio es un sistema por el que se transporta sangre desde el corazón hasta el resto del cuerpo a través de las arterias y de vuelta al corazón a través de las venas. Las venas deben retornar la sangre con lo desechos recogidos en contra de la gravedad. Cuando por diversos motivos este sistema falla o se enlentece es cuando aparecen los famosos “problemas de circulación”: varices, dolor en las piernas, retención de líquidos…
Los problemas en el sistema circulatorio y linfático se alimentan mutuamente y tienen como consecuencia el cuadro conocido como “retención de líquidos”: hinchazón, debilidad, palpitaciones, calambres, malestar general, pesadez…

CAUSAS DE LA RETENCION DE LIQUIDOS.
  • Exceso de sodio (sal) en la alimentación. 
  • Exceso de alcohol.
  • Vida sedentaria.
  • Trabajos donde se está muchas horas de pie o lo contrario, sentado.
  • Ropa ajustada.  
  • Obesidad. 
  • Edad.
  • Embarazo.
  • Menopausia.
  • Uso de ciertos medicamentos como:
    • antidepresivos incluso inhibidores como tricíclicos.
    • medicamentos para la presión arterial llamados bloqueadores de los canales de calcio.
    • hormonas como el estrógeno y testosterona.  
  • insuficiencia renal, hepática o cardiaca. 
  • varices. 


CÓMO EVITAR LA RETENCION DE LIQUIDOS:
Un factor importante es la alimentación, nuestra dieta. Necesitamos una alimentación alta en potasio y baja en sodio. Por lo que hay que evitar alimentos altos en sal como son los embutidos, los caldos, pure industriales, ahumados y las conservas en salazón. Moderando también el consumo de aceitunas y frutos secos (o consumiendo aceitunas negras que son bajas en sodio y los frutos secos preferiblemente naturales y bajos en sal). Ingerir alimentos ricos en potasio como los vegetales (lechuga, zanahorias, espárragos, alcachofas)), las legumbres y frutas como el plátano. Al igual que alimentos que tengan la función de diuréticos como es la piña o el apio. Y como no un consumo de agua fuera de las comidas. Las infusiones también son otra buena opcion para ese consumo de agua. 

El ejercicio también es clave para favorecer el drenaje de la sangre. Es importante elegir un deporte que nos haga mover las piernas, como andar, montar en bicicleta o subir y bajar escaleras. La constancia es clave, así que elige algo que puedas hacer a diario. También puedes introducir en tu rutina ciertos hábitos que ayudarán a mejorar tu circulación, como mantener las piernas en alto siempre que puedas, usar ropa holgada, terminar las duchas con un chorro de agua fría en las piernas o realizar masajes drenantes (conocido como drenaje linfático*).

Si la retención de líquidos persiste sin obedecer a ninguna de las causas anteriores es recomendable acudir al médico ya que es un síntoma que delata un problema mayor, como la hipertrofia renal o la hipertensión. En el caso de la hipertensión debemos tener especial cuidado ya que a falta de un diagnóstico, no se puede saber si es una causa de la retención de líquidos o una consecuencia.


* el drenaje linfático consiste en realizar técnicas muy suaves donde lo que intentamos movilizar es la linfa. Para ello debemos abrir o estimular terminus (así llamamos a la zona del cuerpo donde evacua toda la linfa), ganglios linfáticos y el resto del cuerpo siempre desde proximal a distal. Es un masaje donde a presion en baja a media, muy lento y dejando que la piel se estire por lo cual muy superficial. En el caso de que exista linfedema antes preguntaremos que presion aguanta en cliente en esa zona de la patología. 

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