ANEMIA FERROPÉNICA: UN GRAVE PROBLEMA MUNDIAL


El hierro está presente en todas las células del organismo y desarrolla numerosas funciones vitales. Formando parte del grupo hemo es un componente esencial de proteínas como la hemoglobina o la mioglobina, imprescindibles para el transporte y reserva del oxígeno, así como de diversas enzimas (citocromos, catalasas y peroxidasas) implicadas en el metabolismo oxidativo. Así mismo, es un componente de enzimas sin hemo y actúa como cofactor de otras enzimas implicadas en diferentes funciones. Los desequilibrios en el balance de hierro en uno u otro sentido (déficit o sobrecarga) pueden afectar, por tanto, a múltiples órganos y funciones de la economía.
El hierro corporal total se estima en unos 50 mg/kg de peso en los individuos adultos. En situación de normalidad, la mayor parte de este hierro (alrededor de un 70%) se comporta como hierro funcional, formando parte principalmente de la hemoglobina y, en menor cantidad, de la mioglobina y las enzimas respiratorias intracelulares. El hierro restante se acumula en las reservas corporales, mayoritariamente en forma de ferritina (70-80%) y, en menor cantidad, en forma de hemosiderina.
El aporte de hierro a partir de la dieta es de unos 12-20 mg/día, sin embargo, sólo se absorbe un 10-15% del hierro dietético. Se estima que diariamente se pierde del orden de 1 mg de hierro a través de heces, sudor y orina, y por la descamación epitelial. A esta cantidad deben sumarse en las mujeres en edad fértil las pérdidas de hierro a través de la menstruación, estimadas en unos 0,5 mg/día, las pérdidas de sangre del periparto (unos 100-275 mg de hierro), o las pérdidas a través de la leche materna, unos 0,24 mg/día, durante la lactancia.

Como he comentado anteriormente que exista desequilibrio en el balance de hierro corporal puede ser por déficit (anemia ferropenica) o sobrecarga (hemocromatosis). 
A día de hoy, es más un grave problema mundial el DÉFICIT DE HIERRO O ANEMIA FERROPÉNICA. La OMS estima que el número de personas que sufren anemia en el mundo es de dos mil millones y que aproximadamente la mitad de todas las anemias pueden atribuirse a deficiencia de hierro. Se ha documentado claramente que la anemia tiene consecuencias dramáticas para la salud, como por ejemplo el aumento de riesgo de mortalidad materna e infantil como consecuencia de anemia grave. La deficiencia en hierro es la alteración nutricional más frecuente y más extendida en el mundo.

ANEMIA FERROPÉNICA

La carencia de hierro no solo afecta a la formación de la hemoblobina, sino que también trastorna la formación de la mioglobina muscular y de algunas enzimas celulares. Estas dos ultimas alteraciones originan el llamado síndrome anémico general (astenia, irritabilidad, palpitaciones, mareos, cefalea, disnea) y consecuencias derivadas de la ferropenia (disfagia, uñas en cuchara, neuralgias, parestesias...).

La deficiencia en hierro puede producirse en aquellas situaciones en que se produzcan los siguientes aspectos:
1. Pérdidas hemáticas. Además de las pérdidas fisiológicas fecales y epiteliales, los individuos sanos pierden una cantidad mínima de hierro en forma de pequeños sangrados fisiológicos del tracto gastrointestinal. Trastornos como la úlcera péptica, la enfermedad inflamatoria intestinal, las neoplasias gastrointestinales, ciertas parasitosis intestinales, el abuso de antiinflamatorios o, en niños, la alergia a la leche de vaca o la celiaquía se acompañan de pérdidas hemáticas excesivas por esta vía que pueden conducir a la aparición de una anemia ferropénica. Las pérdidas menstruales excesivas son la causa más importante de anemia ferropénica en la mujer. La mayor parte de las anemias en varones y mujeres posmenopáusicas se relacionan con enfermedades crónicas o asociadas a procesos inflamatorios más que a ingestas pobres. El tratamiento de la enfermedad de base unido, si es necesario, a la administración de suplementos de hierro conforman el tratamiento de las anemias secundarias a sangrados patológicos.

2. Aportes reducidos. Una dieta mixta variada es capaz de aportar hierro en cantidad suficiente y de biodisponibilidad adecuada. Las dietas vegetarianas, en cambio, aportan cantidades más bajas de hierro hemo y son ricas en inhibidores de la absorción del hierro, algunos, como los fitatos, presentes en cantidades elevadas. Esto hace que el hierro biodisponible en las dietas vegetarianas, sobre todo en las estrictas, pueda resultar insuficiente para cubrir los requerimientos, especialmente cuando éstos se hallan elevados. Así mismo, las dietas hipocalóricas, incluso las menos estrictas, raramente son capaces de cubrir los requerimientos. La población marginal que consume dietas poco equilibradas y variadas también presenta un mayor riesgo de padecer esta deficiencia respecto a la población general.

3. Aumento de los necesidades. Los dos primeros años de vida, la adolescencia, y el embarazo y la lactancia son situaciones fisiológicas de la vida en que se produce crecimiento y síntesis de nuevos tejidos y aumento del volumen sanguíneo. Estas situaciones van a comportar unas necesidades incrementadas de hierro, por lo que resultan de especial riesgo de déficit de hierro.

4. Disminución de la absorción. Aunque es una causa proporcionalmente poco frecuente, puede observarse asociada a la malabsorción intestinal con afectación duodenal, la gastrectomía y las enfermedades que se acompañan de hipoclorhidria.

5. Alteración del transporte. La atransferrinemia congénita es un síndrome autosómico recesivo poco frecuente. La atransferrinemia adquirida es excepcional.

REGULACIÓN DEL BALANCE DEL HIERRO

La capacidad de absorción de hierro es limitada, del orden de 0 a 5 mg/día y está influida por los siguientes aspectos:
a)    la magnitud de las reservas corporales;
b)   la tasa de producción hemática;
c)    la cantidad y clase del hierro de la dieta, y
d)   la presencia de activadores o inhibidores de su absorción: únicamente el calcio parece inhibir la absorción de hierro hemo, mientras que el único estimulador conocido de su absorción parece ser la carne. Se ha demostrado que los inhibidores de la absorción de hierro no hemo son el calcio, algunas proteínas distintas a las de los tejidos animales (fosfoproteínas del huevo), los fitatos (presentes en los granos enteros y legumbres), los oxalatos, el manganeso y algunos compuestos fenólicos, principalmente los tanatos, presentes en concentraciones relativamente altas en el té, el café, el cacao y determinados vegetales. Dado que casi todos los alimentos contienen inhibidores de la absorción del hierro, la absorción de este oligoelemento es mayor cuando se administra sin alimento o con muy poca comida. Los principales estimuladores de la absorción del hierro no hemo son el ácido ascórbico, otros ácidos orgánicos presentes en las frutas (como citrato, málico) y la proteína tisular animal (carne, pescado y productos avícolas). La absorción del hierro no hemo puede variar hasta diez veces en función de la presencia de estos activadores o inhibidores.

Aunque el hierro se halla presente en múltiples alimentos, su biodisponibilidad es muy variable y, de hecho, se estima que sólo se absorbe un 10-15% del hierro dietético. Existen dos tipos de hierro dietético: 
      1. Hierro hemocomprende el hierro de la hemoglobina, de la mioglobina y de las enzimas que contienen hemo; por lo tanto se halla presente en alimentos de origen animal, carnes y pescados.
      2. Hierro no hemo, la mayor parte del hierro aportado en la dieta (un 90-95%) está en forma de hierro no hemo, presente en los alimentos de origen vegetal y en los productos enriquecidos en hierro. Para ser absorbido en la mucosa intestinal debe ser presentado en forma iónica, de manera que es susceptible de interaccionar con múltiples componentes de la dieta que afectan a su absorción.

ALIMENTOS CON ALTO CONTENIDO EN HIERRO NO HEMO

Fuentes alimentarias de predominio no hemo

Ración habitual (g)
Energía (Kcal)
Hierro (mg)
Medidas caseras

Panadería

Pan blanco o integral
45
110
0,9
3 rebanadas de barra 1/4
Galletas tipo María
35
170
0,5
5 unidades
Tostadas
20
80
0,3
3 unidades

Cereales y pastas

Arroz integral crudo
85
305
1,4
Una taza de café
Copos de avena
30
110
1,3
Un puñado con mano abierta
Pasta alimentaria cruda
60
210
1,1
Una taza de té
Arroz blanco crudo
85
300
0,5
Una taza de café

Verduras

Verduras congeladas
250
80
3,3
Un plato
Verdura enlatada
250
90
2,4
 Un plato
Verdura fresca
220
55
1,7
Un plato

Legumbres

Judías blancas, lentejas, garbanzos, guisantes y habas
70
95
2,3
Una taza de café

Frutas

Frutas secas
100
200
5,0
12 unidades
Fruta fresca y en almíbar
150
100
1,3
Una pieza mediana
Frutos secos
40
200
1,2
Un puñado con mano abierta
Aceitunas
25
30
0,3
10 unidades con hueso

Bebidas no alcohólicas

Zumos azucarados y bebidas carbonatadas
175
85
0,5
Un vaso

Carnes y huevos

Caballo
150
190
5,9
-
Codorniz
90
150
3,6
-
Vísceras
140
250
2,7
-
Cordero
110
270
2,2
-
Pavo, pollo, conejo
130
180
1,5
-
Ternera
120
150
1,5
-
Cerdo
115
154
1,4
-
Huevos
70
100
1,3
-
Embutidos, en general
50
200
0,6
-

Pescados

Almejas
65
50
9,1
3 unidades grandes
Mejillón cocido en agua
70
85
5,5
10 unidades sin concha
Sepia
150
110
5,1
Una unidad mediana
Atún crudo
150
225
1,7
Una rodaja
Cigala
100
90
1,5
2 unidades
Sardina en aceite, en conserva
40
90
1,0
2-3 unidades
Salmón fresco
140
240
1,0
Una rodaja mediana
Atún en aceite, en conserva
60
110
0,7
Una lata redonda pequeña
Lenguado, merluza
145
120
0,4
3 unidades grandes

Productos lácteos

Queso fresco (40% materia grasa)
90
105
0,3
Un corte
Quesos secos, grasos
35
135
0,3
Un corte fino
Leche entera
200
130
0,2
Un vaso
Yogur natural
125

0,1
Una unidad
*Los pesos se expresan en crudo.

CONSEJOS PARA UNA DIETA RICA EN HIERRO

La prevención primaria de la deficiencia en hierro implica asegurar ingestas adecuadas de este mineral y favorecer su absorción. Aun cuando el tratamiento principal de la anemia ferropénica es la administración oral de hierro inorgánico en forma ferrosa, incluso en esta situación, es recomendable incrementar los alimentos ricos en hierro biodisponible y asegurar que la toma de suplementos se realice en condiciones que maximicen su absorción y reduzcan la intolerancia a ellos.

Se estima que deben absorberse diariamente aproximadamente 1,8 mg de hierro para cubrir el 80-90% de las necesidades. Las ingestas recomendadas de hierro se plantean según la biodisponibilidad de hierro en las dietas mixtas. 
Las recomendaciones para incrementar el aporte de hierro biodisponible de la dieta se centran en lo siguiente:
  1. Reforzar el consumo de alimentos ricos en hierro hemo. 
  2. Reforzar el consumo de activadores de la absorción del hierro. Incluir una buena fuente de vitamina C en las comidas.
  3. Reducir el consumo de inhibidores de la absorción de hierro:
         a) Evitar el consumo de café y té con las comidas.
         b) Separar el aporte de lácteos de las comidas principales que aporten hierro.
         c) Controlar el consumo excesivo de alimentos muy ricos en fibra y limitar el uso de suplementos de fibra.
  1. Favorecer el consumo de alimentos enriquecidos en hierro. Los programas de enriquecimiento de alimentos están encaminados a aumentar el consumo basal. Actualmente existen en el mercado un buen número de productos fortificados, básicamente cereales de desayuno, que pueden ser útiles en la prevención de la deficiencia en los grupos de riesgo.

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