IMPORTANCIA DE LA NUTRICION EN LA PERSONA DE EDAD AVANZADA
I
NFLUENCIA DEL ENVEJECIMIENTO SOBRE EL ESTADO NUTRICIONAL
El envejecimiento es un proceso en el que influyen diferentes factores. Consideraremos factores influyentes los cambios biológicos y los psicológicos y sociales (modificables). Hay que tener en cuenta, sin embargo, que a menudo es difícil diferenciar entre los cambios aparecidos en el transcurso del envejecimiento y los que surgen a lo largo de enfermedades crónicas.
Cambios biológicos
Aunque el paso del tiempo es el mismo para todo el cuerpo humano, no todos los órganos sufren sus efectos de la misma forma. Estos efectos acostumbran a tener un carácter universal, progresivo y, en muchos casos irreversible, y suelen afectar de una forma u otra a la alimentación y/o a la fisiología de la nutrición.
Calcio: nutriente de gran importancia, ya que interviene en la conservación del esqueleto (alta prevalencia de osteoporosis en las personas mayores). En caso de no asegurarse con la ingesta, el calcio recomendado en las personas ancianas, es conveniente suplementar la dieta con este mineral (siempre combinado con vitamina D3)
Hierro: las personas mayores no son un grupo de riesgo en cuanto a la ferropenia, pese a ello, existen numerosos factores que predisponen a su carencia: enfermedades inflamatorias, digestivas, etc. Hay que tener en cuenta que las mujeres en edad posmenopáusica aumentan progresivamente sus reservas orgánicas de hierro.
Zinc: nutriente antioxidante de difícil ajuste, sobre todo en situaciones de ingesta energética baja. su carencia se asocia a una disminución de la inmunidad, de la cicatrización de las heridas y de la capacidad gustativa, así como a la inapetencia o anorexia y a la degeneración macular.
Selenio: nutriente antioxidante que previene la formación de los radicales libres. Algunos estudios demuestran que su deficit se relaciona con el riesgo de padecer enfermedades coronarias, algunas neoplasias e inmunosupresión.
Magnesio: se relaciona con la prevención de eventos cardiovasculares, presencia de diabetes y aparición de osteoporosis.
VITAMINAS
Los estados subcarenciales de vitaminas son relativamente frecuentes en las personas mayores, con manifestaciones clínicas menores o no evidentes. Estos estados aparecen cuando no se realiza una dieta variada ni equilibrada y no se cubren las necesidades energéticas diarias del individuo.
Las vitaminas que, por su difícil ajuste, merecen una especial atención en la población geriátrica son las siguientes:
Vitamina D: nutriente que puede ser sintetizado en el organismo mediante la exposición a la luz solar. Sin embargo, debido a la menor capacidad de síntesis en las personas mayores y a la escasa exposición solar, en muchos caos es necesario valorar su suplementación.
Vitamina antioxidantes: las vitaminas E y C deben estar presentes en la dieta de la persona mayor puesto que tienen un efecto beneficioso antioxidante y preservan de forma especial el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Existen estudios que demuestran que la ingestión de vitamina C y vitamina E durante 4 meses mejora significativamente la función inmunitaria de las personas de 75 - 80años.
Acido fólico, Vitamina B6 y B12: el deficit de estos nutrientes se relaciona con niveles anormales de homocisteína en sangre, que inducen a la aparición de enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular y demencia.
INGESTA DE LIQUIDOS
Debido a que en esta etapa de la vida el mecanismo que desencadena la sed está alterado, se recomienda ingerir líquidos con regularidad a lo largo de todo el día, teniendo en cuenta las necesidades hídricas diarias y prestando una especial atención en los meses más calurosos y, en situaciones con necesidades aumentadas y en individuos con indicación de ingesta hídrica restringida (edemas, insuficiencia cardiaca o renal)
Se recomienda 2 litros diarios, es decir, equivalente a 8 vasos de agua al día.
LA DESNUTRICION EN LA PERSONA DE EDAD AVANZADA
Debido a la menor reserva orgánica y a la fragilidad del anciano existe una relación reciproca entre nutrición y enfermedad, que conlleva la aparición de un circulo vicioso difícil de romper. enferman más los ancianos desnutridos y se desnutren más los ancianos enfermos.
CAUSAS DE LA DESNUTRICION EN LA PERSONA DE EDAD AVANZADA
La pruripatología, la polifarmacia y los cambios ligados al envejecimiento pueden influir negativamente sobre:
NFLUENCIA DEL ENVEJECIMIENTO SOBRE EL ESTADO NUTRICIONAL
El envejecimiento es un proceso en el que influyen diferentes factores. Consideraremos factores influyentes los cambios biológicos y los psicológicos y sociales (modificables). Hay que tener en cuenta, sin embargo, que a menudo es difícil diferenciar entre los cambios aparecidos en el transcurso del envejecimiento y los que surgen a lo largo de enfermedades crónicas.
Cambios biológicos
Aunque el paso del tiempo es el mismo para todo el cuerpo humano, no todos los órganos sufren sus efectos de la misma forma. Estos efectos acostumbran a tener un carácter universal, progresivo y, en muchos casos irreversible, y suelen afectar de una forma u otra a la alimentación y/o a la fisiología de la nutrición.
- Cambios en la estatura y en el peso corporal.
- Cambios en los comportamientos corporales.
- Cambios en el aparato digestivo.
- Región orofacial
- Tracto gastrointestinal
- Cambios en el sistema nervioso.
- Cambios en los órganos de los sentidos.
- Cambios metabólicos.
- El metabolismo basal disminuye entre un 10% y 20% entre los 30 a 75 años debido a menor masa muscular.
- La absorción de los hidratos de carbono no se altera hasta edades muy avanzadas. La incidencia de la diabetes aumenta con la edad y a menudo se relaciona con un sobrepeso.
- La concentración plasmática de colesterol se modifica con la edad y con el sexo. Aumenta progresivamente se estabiliza y a partir de los 70 años disminuye.
- En el metabolismo de las proteínas el musculo pierde protagonismo para adquirirlo el hígado y el intestino. En general, podemos afirmar que el turnover proteico está aumentado en la persona mayor.
- En cuanto al metabolismo del calcio, hay que destacar que con la edad se pierde la capacidad para aumentar la absorción intestinal de calcio cuando la ingesta de este es deficitaria.
- Mayor tendencia a la hipovitaminosis D en las personas institucionalizadas y con una menor exposición al sol.
- Cambios psicosociales.
INGESTAS RECOMENDADAS DE ENERGIA Y NUTRIENTES.
Estas recomendaciones especifican las cantidades de energía y de cada uno de los nutrientes que un individuo necesita para obtener un optimo estado de salud.
ENERGIA
Las necesidades energéticas disminuyen con la edad al reducirse gradualmente la actividad física y la masa muscular. Estudios recientes demuestran una disminución de un 10% por década a partir de los 60 años.
Edad (años)
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VARONES
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MUJERES
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60-69
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2400
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2000
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70-79
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2200
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1900
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Más de 80
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2000
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1700
|
Es importante tener en cuenta, que aportes menores de 1500 Kcal/ día, suponen riesgo de baja ingesta de vitaminas y minerales que no permite cubrir los requerimientos diarios.
PROTEINAS
Las necesidades proteicas en las personas de edad avanzada están influidas por:
- La disminución del comportamiento muscular que condiciona una menor disponibilidad de aminoácidos para la síntesis proteica.
- Ingesta calórica por debajo de los niveles recomendados (dificulta la utilización eficaz de las proteínas ingeridas).
- Infecciones y enfermedades crónicas (situaciones comunes de forma regular).
Por tanto es necesario asegurar un aporte elevado de proteínas y ajustado de calorías, así como realizar ejercicio físico de forma regular.
Las recomendaciones sobre la ingesta de proteínas para la población geriátrica se sitúan en: 1 - 1,25g/Kg/día
CARBOHIDRATOS
Las dietas hipocalóricas o los periodos de ayuno en personas mayores pueden favorecer la aparición de trastornos metabólicos importantes como son la lipolisis, la producción de cuerpos cetónicos, el catabolismo proteico y la perdida de sodio, potasio y líquidos.
Se recomienda que un 50 - 60% de la ingesta energética provenga de los carbohidratos en forma de hidratos de carbono complejos. Los carbohidratos simples deben limitarse al 10% del total hidrocarbonato, debido a la tendencia de la personas mayores a desarrollar una resistencia periférica a la insulina.
GRASAS
Se recomienda que los lípidos de la dieta no sobrepasen el 30% del total energético ingerido en un día, pero se admite hasta un 35% cuando el aceite de oliva es la grasa de adición mayoritaria. Los ácidos grasos no deberá sobrepasarse el 7-10% en forma de saturados, ni el 10% en forma de poliinsaturados y el resto debe aportarse en forma de mono insaturados (10-18%).
El consumo de colesterol ha de ser inferior a 300mg/día.
FIBRA
La fibra dietética es esencial para asegurar una optima función gastrointestinal.
Las recomendaciones de fibra para las personas mayores sanas oscilan entre 20 - 25 gramos/ día, siendo los alimentos ricos en fibra, como los cereales, frutas y verduras la principal fuente alimentaria.
MINERALES Y OLIGOELEMENTOS
Las ingestas recomendadas tanto para las personas de 60 -69 años y mayores de 70 años son:
EDAD
|
CALCIO
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YODO
|
HIERRO
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MAGNESIO
|
FOSFORO
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SELENIO
|
ZINC
|
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HOMBRES
|
60-69
|
1200
|
150
|
10
|
350
|
700
|
55
|
12
|
MUJERES
|
+ DE 70
|
1300
|
150
|
10
|
350n
|
700
|
55
|
12
|
Calcio: nutriente de gran importancia, ya que interviene en la conservación del esqueleto (alta prevalencia de osteoporosis en las personas mayores). En caso de no asegurarse con la ingesta, el calcio recomendado en las personas ancianas, es conveniente suplementar la dieta con este mineral (siempre combinado con vitamina D3)
Hierro: las personas mayores no son un grupo de riesgo en cuanto a la ferropenia, pese a ello, existen numerosos factores que predisponen a su carencia: enfermedades inflamatorias, digestivas, etc. Hay que tener en cuenta que las mujeres en edad posmenopáusica aumentan progresivamente sus reservas orgánicas de hierro.
Zinc: nutriente antioxidante de difícil ajuste, sobre todo en situaciones de ingesta energética baja. su carencia se asocia a una disminución de la inmunidad, de la cicatrización de las heridas y de la capacidad gustativa, así como a la inapetencia o anorexia y a la degeneración macular.
Selenio: nutriente antioxidante que previene la formación de los radicales libres. Algunos estudios demuestran que su deficit se relaciona con el riesgo de padecer enfermedades coronarias, algunas neoplasias e inmunosupresión.
Magnesio: se relaciona con la prevención de eventos cardiovasculares, presencia de diabetes y aparición de osteoporosis.
VITAMINAS
Los estados subcarenciales de vitaminas son relativamente frecuentes en las personas mayores, con manifestaciones clínicas menores o no evidentes. Estos estados aparecen cuando no se realiza una dieta variada ni equilibrada y no se cubren las necesidades energéticas diarias del individuo.
Las vitaminas que, por su difícil ajuste, merecen una especial atención en la población geriátrica son las siguientes:
Vitamina D: nutriente que puede ser sintetizado en el organismo mediante la exposición a la luz solar. Sin embargo, debido a la menor capacidad de síntesis en las personas mayores y a la escasa exposición solar, en muchos caos es necesario valorar su suplementación.
Vitamina antioxidantes: las vitaminas E y C deben estar presentes en la dieta de la persona mayor puesto que tienen un efecto beneficioso antioxidante y preservan de forma especial el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Existen estudios que demuestran que la ingestión de vitamina C y vitamina E durante 4 meses mejora significativamente la función inmunitaria de las personas de 75 - 80años.
Acido fólico, Vitamina B6 y B12: el deficit de estos nutrientes se relaciona con niveles anormales de homocisteína en sangre, que inducen a la aparición de enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular y demencia.
INGESTA DE LIQUIDOS
Debido a que en esta etapa de la vida el mecanismo que desencadena la sed está alterado, se recomienda ingerir líquidos con regularidad a lo largo de todo el día, teniendo en cuenta las necesidades hídricas diarias y prestando una especial atención en los meses más calurosos y, en situaciones con necesidades aumentadas y en individuos con indicación de ingesta hídrica restringida (edemas, insuficiencia cardiaca o renal)
Se recomienda 2 litros diarios, es decir, equivalente a 8 vasos de agua al día.
LA DESNUTRICION EN LA PERSONA DE EDAD AVANZADA
Debido a la menor reserva orgánica y a la fragilidad del anciano existe una relación reciproca entre nutrición y enfermedad, que conlleva la aparición de un circulo vicioso difícil de romper. enferman más los ancianos desnutridos y se desnutren más los ancianos enfermos.
CAUSAS DE LA DESNUTRICION EN LA PERSONA DE EDAD AVANZADA
La pruripatología, la polifarmacia y los cambios ligados al envejecimiento pueden influir negativamente sobre:
- La ingesta de alimentos
- ayuno repetido
- dietas restrictivas para tratar patologías crónicas
- anorexia
- perdida de capacidad funcional
- alteraciones bucales
- alteración del gusto
- trastornos de la deglución
- perdida de la agudeza visual
- alteraciones cognitivas, afectiva y duelo
- recursos económicos
- religion
- La digestion y absorción de nutrientes
- disminución de secreción de enzimas
- xerostomía
- disminución de la motilidad intestinal
- cambios en la mucosa gástrica
- fármacos: antidepresivos, antiparkinsonianos y antihistamínicos.
- enfermedades inflamatorias intestinales, cirrosis hepatica y la propia desnutrición
- abuso de laxantes
- La utilización de nutrientes
- estado de hipermetabolismo
- enfermedades crónicas: insuficiencia hepatica, renal, cardiaca, EPOC...
- enfermedades agudas: estrés quirúrgico, fracturas, enfermedades neoplásica...
CONSECUENCIAS DE LA DESNUTRICION EN LA PERSONA DE EDAD AVANZADA
- Alteración del sistema inmunitario con una elevada incidencia de infecciones.
- Fragilidad o menor capacidad de reserva orgánica: inmovilismo, incontinencia de esfínteres, estados confusionales agudos, ulceras por decúbito y anorexia.
- Menor respuesta a la medicación.
- Cascada de problemas como ingresos hospitalarios repetidos o de larga duración. gran consumo de recursos socio sanitarios y supervivencias cortas.
PIRAMIDE DE LA DIETA SALUDABLE PARA PERSONAS MAYORES DE 70 AÑOS
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