NUTRICON DEL ALCOHOLICO Y EX ALCOHOLICO.




El consumo de alcohol produce alteraciones del comportamiento, como la perdida de inhibiciones o las modificaciones de la capacidad de analizar y apreciar situaciones.

La OMS acuño, en 1976, el concepto de síndrome  de dependencia  del alcohol en sustitución del término alcoholismo, definiendo al mismo como un “estado psíquico y habitualmente también físico, resultante de tomar alcohol, caracterizado por una conducta y otras respuestas que siempre incluyen compulsión por tomar alcohol de manera continua o periódica con objeto de experimentar efectos psíquicos y, algunas veces, para evitar molestias producidas por su ausencia, pudiendo estar o no presente la tolerancia”

Las recomendaciones  respecto al consumo de bebidas alcohólicas indican que la cantidad de alcohol consumido diariamente no debe superar el 10% del total calórico de la dieta de un individuo. De hecho, una ingesta moderada de alcohol se convierte en un estado patológico que provoca una serie de alteraciones como son:

·         Problemas cardiovasculares,  óseos, endocrinos, gastrointestinales, pancreáticos Y hepáticos.

·         Depresión del sistema inmunitario.

·         Incremento del riesgo de cáncer.

·         Deficiencias nutricionales.

·         Alteraciones del sistema nervioso central.

·         Problemas sensoriales, especialmente en el gusto y olfato.

·         Dificultades sexuales.

·         Alteraciones emocionales.

·         Desarrollo de tolerancia al alcohol.



BALANCE ENERGETICO Y PESO CORPORAL

El alcohol etílico aporta 7Kcal/g y el valor energético de la bebida que lo contiene aumenta cuando esta incluye glúcidos simples en su composición.

Dado que el alcohol se metaboliza la mayor parte en el hígado si este está dañado resultara limitada la capacidad del mismo de oxidarlo, y por tanto, de obtener energía.

Hay que destacar que tanto los no bebedores como los bebedores no presentan un peso corporal superior, lo normal es que tengan un peso por debajo del ideal (para su sexo y edad), provocando así problemas de anorexia y alteraciones en el metabolismo del alcohol.

La recuperación del peso corporal mejora el pronóstico entre enfermos ex alcohólicos.



COMPLICACIONES

·         Un déficit en la utilización de los alimentos, tanto por problemas de malabsorción de sus nutrientes como por alteraciones  en el metabolismo de los mismos.

·         En pacientes alcohólicos que padecen una insuficiencia hepática franca se han observado concentraciones en sangre anormalmente elevadas de aminoácidos aromáticos como fenilalanina, tirosina y triptófano, que se relacionan con la aparición de encefalopatía hepática. Produce alteraciones de la personalidad y psicomotoras que pueden degenerar en coma hepático.

·         La aparición de esteatosis hepática  por tres motivos:

o   El etanol sustituye a nivel mitocondrial a los ácidos grasos como fuente calórica.

o   Algunas enzimas del ciclo de los ácidos  tricarboxilicos se inhiben por el acetaldehído formado en el metabolismo del etanol.

o   El incremento de la concentración de NADH

·         La presencia de hígado graso.

·         La insuficiencia secreción de sales biliares y pancreáticas produce esteatorrea  con una disminución en la absorción de los lípidos dando lugar a malabsorción de las vitaminas liposolubles y ácidos grasos esenciales.



El consumo elevado y habitual de alcohol provoca una serie de modificaciones que alteran la función del aparato digestivo. En concreto, se producen:

Ø  Incremento de la secreción salivar por un aumento de glándulas salivales.

Ø  Lesiones en el esófago por reflujo esofágico.

Ø  Disminución de la motilidad y de la secreción acida del estómago.

Ø  Irritación del colón.

Ø  Pancreatitis crónica.

Ø  Aumento de la motilidad intestinal que facilita el riesgo de diarreas.



TERAPIA NUTRICIONAL

Debe comenzar por un abandono de su hábito, seguido del consumo de dietas con elevado aporte de proteínas y con alimentos de alta densidad en nutrientes. Entre aquellos pacientes cuyo estado nutricional  se encuentre muy deteriorado será aconsejable considerar el empleo de preparados vitamínicos y minerales que ayuden a reponer los depósitos de estos nutrientes. Para favorecer la ingesta calórica/proteica se fraccionara el consumo de alimentos en 6-8 tomas al día

Macronutrientes.

Las ingestas son deficitarias, mientras que los requerimientos parecen estar aumentados debido a la necesidad de reparar las estructuras hepáticas deterioradas.

El alcohol inhibe la absorción y el aporte intestinal de aminoácidos como la leucina, arginina y metionina y algunos estudios apuntan que también se ve modificado su transporte y captación en el hígado. En concreto, estos requerimientos se elevan de 0,8Kg/g/día, en adulto sano, a más de 1Kg/g/día entre estos pacientes.

En muchos casos no será suficiente el aumento de consumo de alimentos ricos en proteínas y se deberá recurrir a la utilización de preparados comerciales.

Cuando un paciente ha desarrollado la encefalopatía hepática es necesario reducir la ingesta de proteínas a un 0,5Kg/g/día, con una mayor tolerancia de proteínas de origen vegetal debido a su bajo contenido en metionina y aminoácidos aromáticos. En este tipo de pacientes es muy aconsejable el empleo de antibióticos o alimentos probióticos.

Micronutrientes.

Los individuos bebedores presentan ingesta inferiores a las recomendadas para tiamina, riboflavina, B-carotenos, vitamina D, E y zinc.

El alcohol tiene efecto directo sobre la absorción de diversas vitaminas como folatos, vitamina B12, C y del grupo B.

En concreto la absorción, captación y almacenamiento hepático de los folatos se encuentran alterados por el consumo de alcohol, siendo esta deficiencia una de las más frecuentes en pacientes alcohólicos, con el objeto de evitar la anemia megaloblástica y los trastornos neurológicos.

En el caso de la piridoxina, su absorción solo se ve modificada cuando las concentraciones de etanol en el intestino son muy elevadas. Sin embargo, su excreción urinaria se incrementó significativamente en los pacientes alcohólicos.

En los alcohólicos crónicos se observan deficiencias de otras muchas vitaminas (riboflavina, niacina y vit. C), debido al deterioro de la ingesta y de la absorción en estos individuos.

También se ve influenciada la vitamina A que es situaciones deficitarias llevan a la aparición de alteraciones en la visión como es el caso de la ceguera nocturna.

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